Hecto
Ponce, 30 de septiembre de 1946 – Nueva York, 29 de junio de 1993)

Hector Lavoe In Memoriam. Su historia “es un periódico de ayer”… Que quiere ser leído hoy, “sensacional cuando” se tiene en la mano y se degusta con el sabor auténtico de la salsa: la plena, el danzón, la rumba, el son montuno, el guaguancó, la guaracha, la timba, el boogaloo… Su muerte… “Fue titular que”… alcanzó páginas enteras, porque ya lo conocían donde quiera. “Fue noticia propagada”… Pero su voz jamás será olvidada. Y así sea en holograma, acetato, casete o Cd seguirá triunfando “el cantante de los cantantes”, Héctor Juan Pérez Martínez, más reconocido como Héctor Lavoe, sin sus 5.8 pies de estatura, sin su musculatura ni su linda figura, porque lo de él era cantar y cantar y fuera de eso gozar y gozar.

En el aniversario de su muerte la gente quiere oír su voz sonora y esta vez sí llegará a la hora el Rey de la puntualidad. A la hora de la rumba, a la hora de los homenajes, porque alrededor del mundo sus fans sienten que la rumba los llama, pues quienes son seguidores de Héctor Lavoe siempre están prestos a dar inició a su evocación, puesto que su historia tendrá nuevamente tarima el 29 de junio día de San Pedro y San Pablo. Porque él es el cantante que ese día vendrán a escuchar y lo mejor de su repertorio se va a brindar y las emisiones de radiodifusoras, páginas web, televisión, revistas y periódicos hablarán y escribirán “de momentos malos y de cosas buenas”, no habrá tiempo para tristezas porque el cantante de los cantantes comienza de nuevo a triunfar, pararán en las calles y muchos comentarán de nuevo: “Héctor tu estarás hecho siempre con hembras y en fiestas”, como las letras de sus canciones. Recordarán sus tristezas, sus lágrimas y sus penas que lo llevaron hasta el fondo, pero esta vez no pagarán para venirlo a escuchar.

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Hecto junto a Larry Landa en el vestíbulo del Hotel Tequendama. Fotografía del Libro Fuera Zapato Viejo

No es su vida íntima la que queremos rememorar, es su vida artística la que en la memoria de sus seguidores permanecerá para siempre porque nació para cantar influenciado por Daniel Santos, Ismael Rivera, Cheo Feliciano e Ismael Quintana, entre otros. “El 26 de agosto de 1971 la Fania All Star de nuevo se reunió en el salón de baile el Cheetah, ubicado en la calle 52 de Broadway, gracias a la relación del dueño de la Fania, Jerry Masucci, y el propietario del lugar Ralph Mercado. Esa noche el concierto fue apoteósico y quedó grabado en dos discos de antología salsera en los cuales participó Héctor Lavoe, soneando y haciendo coros con el respaldo de Willie Colón. Héctor Lavoe puso su presencia carismática como lo describe José Arteaga en su libro Música del Caribe(1)

Héctor soñó con cantar en Nueva York y conseguir fama y fortuna. Su padre se opuso a la idea porque su hijo mayor había emigrado hacia allí y murió en un accidente. Sin contemplaciones llegó a Nueva York el 3 de mayo de 1963 a vivir con su hermana mayor, Priscilla, Héctor tenía apenas 16 años. Fue decepcionante la impresión que tuvo de Nueva York al ver el barrio latino lleno de basura y los edificios descuidados sin pintura, como lo registra el primer video de la Fania cuando sale el niño andando por el Bronx en medio de una calle destruida llena de desperdicios y escombros.

Héctor fue pintor, maletero, mensajero y conserje. Un gran amigo suyo, Roberto García, lo invitó a un ensayo de un sexteto musical que se estaba formando. El cantante no era el mejor, así que Lavoe intervino diciéndole que lo intentara haciéndolo de otra manera. El, le cantó la melodía para que cogiera el hilo y los integrantes de la banda lo nombraron como cantante principal de one.

Luego conoció a Russell Cohen, director de la New Yorker Band y con esta orquesta grabó su primer sencillo “Está de bala”. Cantó con otras bandas como la de Francisco Bastar Kako y sus All Stars, que lo llevó a conocer a Jonnhy Pacheco, su padrino, que de inmediato reconoció su talento y lo recomendó con Willie Colón.

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Colón conoció a Héctor Lavoe a finales de 1966 en una calle del barrio del Bronx, en Nueva York. Colón le insinuó a Héctor de una grabación, pero a Héctor rechazó la oferta, entonces Colón le dijo: “vamos a hacer una cosa. Tú grabas el disco conmigo y luego te vas”. A Lavoe le quedó sonando la idea, era una oportunidad y grabó la primera producción titulada “El Malo”, cuyo éxito fue inmediato. Allí juntos iniciaron un camino salsero de casi una década que impregnó en el acetato temas clásicos como Cheche Colé, Juan Peña, Piraña, Sol, La murga y el inolvidable “Día de mi suerte”.

Willie Colón llevó al cielo a Héctor Lavoe, antes de su muerte, con sus éxitos y fama ante un público masivo que lo admira en todo el mundo, gracias a su estilo inconfundible. La importancia de las letras de las canciones interpretadas por Lavoe generaron la imagen certera de su proyección hacia sus seguidores que se identifican con esas historias de amor, de barrio, de sufrimiento personal, de gozadera, de dolor y tristeza de sus crónicas musicales, pero de rumba completa hasta el punto de llorar y “reir un poco”.

El LP “The Ugly” marco un derrotero en la vida del Cantante de los Cantantes, este trabajo determinó la separación de Colón en 1974. Estando en el punto máximo de la fama, jamás comprendió las razones de este final de una de sus etapas musicales. Él dependió suficiente de Colón y su retirada le causó muchas inseguridades y una gran sensación de abandono. Pero esta ruptura le significó un acierto musical gracias al sello Fania, pues sus siguientes producciones lograron alcanzar los mayores logros de su vida musical, aún contando con la colaboración de Willie Colón, grabando en sus proyectos musicales, que hoy se repiten y repiten no solo en la memoria de sus seguidores sino en bares, emisoras, la televisión y en cada casa en acetato o en Cd.

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Estatua en Ponce – Puerto Rico develada el 1 de junio de 2014

Pronto llegaría el día de su muerte y antes de su muerte su vida no cambió debido a sus profundas penas y su caída personal. Prepárense seguidores porque más allá de este mundo estará Lavoe cantando “vagabundeando voy por no encontrar en este mundo donde pasar horas felices, dónde poder echar hondas raíces, dónde fructificar cuál árbol nuevo la sabia musical que adentro llevo. Vagabundeando voy, soy vagabundo y cada incomprensión es como un muro que limita el alcance de mis impulsos. Y muerdo las palabras, pero no insultos. Antes de maldecir prefiero con orgullo ser simplemente eso un vagabundo” que pertenece a dos mundos”.

“No importa tu ausencia”… te seguimos escuchando…

 

Fuentes:
Inspirado en las letras delas canciones de Héctor Lavoe.
(1)  Arteaga, José: Música del Caribe, Editorial Voluntad,pagina 95, año 1994.

 

Héctor Lavoe
Héctor Lavoe
Hard Salsa Bogotá